domingo, 6 de septiembre de 2015

Los de "Navalrosal" para Calasparra

     Mañana, apenas dentro de unas horas, una ganadería que tiene un palmarés impresionante entre las que lidian utreros debuta con una novillada picada en Calasparra. La ciudad murciana se caracteriza de unos años a esta parte por soltar encierros serios, cuajados, con edad, romana y pitones. Vamos, que se han convertido en un punto de referencia para los aficionados que llevan el marchamo de "toristas". 
     La ganadería en cuestión es Navalrosal, cuyas riendas manejan un par de hombres con idéntico nombre y apellido,  Ramón Gutiérrez, a la sazón padre e hijo, aunque la titularidad recae en el más joven, que aparte de ser un gran ganadero, es de esas personas que te encuentras muy de tarde en tarde. Además, casualmente Ramón es murciano de nacimiento, y eso hace que haya afrontado con una ilusión especial ese debut en su tierra. 
     Así que la novillada lleva meses reseñada. De hecho, en un post que publiqué allá por mayo aparecen varios de los ejemplares que se estoquearán mañana. Más aún, es la única completa que Navalrosal lidiará en dos años. Harto de aguantar muchas cosas que rodean este mundo del toro, vendió el resto de la camada de utreros para ser lidiada a puerta cerrada (por cierto, con grandes resultados) y se reservó nueve novillos. Uno se lidió en la concurso de Cabanillas del Campo, siete han viajado a Calasparra y otró más se quedó en la finca. 
     Ayer, cayendo la tarde, un camión salió de "El Cercado", en Llerena, camino de Murcia. Poco antes de empezar a sacar los utreros de los cerrados para ser embarcados se hacían estas fotos de los siete ejemplares que ahora mismo descansan en los corrales del encierro del coso murciano. Son las últimas que se tomaban de ellos en el que durante casi cuatro años ha sido su reino.






     El encierro va muy abierto de sementales, y entre ellos los hay hermanos de toros premiados en algunas de las ferias más importantes de novilladas de España, e incluso alguno propio de otros que fueron indultados. Y todos, absolutamente todos, tan astifinos como su madre los parió, lo cual, creédme, cada vez es más difícil de ver, sea cual sea la plaza.
     Mañana, lunes 7 de septiembre, es el día. Y si salieran como deben, yo me alegraría como el que más. Pero vamos, eso ya es algo que todo el mundo sabe. 

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