viernes, 25 de septiembre de 2015

Antonio José Lorite, 371 días después

   

     Mira que llevo años en esto del toro, y no termino de acostumbrarme a muchas cosas. Lo que peor llevo son las injusticias, que no por repetidas son menos injustas, valga la redundancia. Algunas las vive uno más de cerca, como la que a lo largo de este año han hecho con mi amigo Antonio José Lorite, matador de toros de Linares, que aunque toree poco se toma la profesión como si estuviera haciéndolo a diario. 

      Su historia la conté hace justo un año aquí mismo, en el post donde contaba cómo de bien había estado en Cazorla con una corrida de Alcurrucén que tenía presencia para plaza muy superior. De verdad que yo pensaba -y él también, por supuesto- que eso le serviría para entrar en algún cartel de los muchos que durante toda la temporada tienen lugar en la provincia de Jaén. Pues ni en un festival lo han puesto. Mil promesas, con sus respectivos mil incumplimientos, incluso de gentes con las que Antonio José se ha portado superior, fueron convirtiéndose a lo largo del año en mil decepciones. 

     Él aguantó mecha (la verdad es que no sé de dónde saca la paciencia) y poco a poco vio pasar el año en blanco. Hasta que su amigo Enrique Guillén (ya saben aquello de gente con clase y clase de gente) cumplió con la palabra dada a primeros de año de ponerlo en un festival que tenía lugar ayer en Villarrodrigo. Habían pasado 371 días, que se dice pronto, desde la corrida de Cazorla.

     Confieso que nunca había estado allí, en una población casi lindera con Albacete y que me pilla a 180 kilómetros de casa. Un paseo...pero mereció la pena. Para empezar, por conocer una placita nueva y, cómo no, para disfrutar con el triunfo de Antonio José, acompañado en su salida a hombros por Michelito y el novillero local José Ponce, que lidió un excelente añojo de Remonta, mientras sus compañeros de cartel, que encabezaba Víctor Janeiro, pecharon con la poca clase de los marcados con el hierro de Hnos. Merenciano. Esta es la crónica gráfica de la tarde de ayer, empezando por Antonio José Lorite.













     Abría cartel Víctor Janeiro, que anduvo sobrado de oficio con el que tuvo mejor clase, y menos duración entre los de Merenciano. Tenía las orejas en la mano, pero el muy deficiente uso de la espada lo dejó todo en silencio. 






      Me sorprendió Michelito, resolutivo y capaz toda la tarde. Poco a poco fue puliendo los defectos del novillo y poniéndolo en valor. Un descubrimiento.






      José Ponce, que toreaba ante sus paisanos, disfrutó una barbaridad, no era para menos, porque "Calderero", de Remonta, salió que ni de encargo...






Villarrodrigo (Jaén), jueves 24 de septiembre de 2015. 
Festival sin picadores mixto. 

3 novillos de Hnos. Merenciano, de poca clase y 1 añojo (4º), de Remonta, nobilísimo, de gran calidad, llamado "Calderero-17", premiado con la vuelta al ruedo. 

Víctor Janeiro: Silencio. 
Antonio José Lorite: Dos orejas. 
Michelito: Dos orejas y rabo.
El novillero José Ponce: Dos orejas y rabo. 

Dos tercios de plaza en tarde otoñal espléndida. 

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